Todo surgió a raíz de un post que publiqué en el blog de mi perfil de MySpace donde mostraba un fanvid de una de mis películas favoritas de todos los tiempos: Braveheart ambientado con una rola de Within Temptation.
Entonces, Vic montó en cólera, hahaha, y me dijo claro clarito que no s-o-p-o-r-t-a-b-a a Mel Gibson, sobre todo en su faceta de director. Yo le confesé que, si bien lo admiro, también soy capaz de admitir el tremendo resbalón histórico que cometió con la peli Apocalypto, por ejemplo.
Y, cuenta la leyenda, que a Vic se le ocurrió que hiciéramos una especie de sección-entrada cuyo título fuera Ella dice, Él dice: una discusión pactada, hahaha, donde pondríamos un tema en la mesa que uno defendería y el otro atacaría, para ser más claros, jejeje.
Ayer, Vic me dejó un comentario en MySpace proponiendo un tema (luego de que pasamos días y días sin ponernos de acuerdo): los Héroes del Silencio. Vic asegura que no los soporta y que yo los amaba, sobre todo a Bunbury :p
Admito que años atrás, Héroes del Silencio me movía muchas fibras aunque tampoco considero que fui una fan-super-fan ni mucho menos mojaba las bragas soñando con Bunbury, hahaha. Pero lo cierto es que, en su momento, marcaron un antes y un después. A tal punto que, el mismísimo cantante Raphael les covereó "Maldito duende" hará cosa de algunos años :p
La peculiaridad que tienen Héroes del Silencio (aún después de su separación) es que levantan pasiones de todo tipo. Hay gente que los defiende a capa y espada y otros que ni siquiera soportan el nombre de la banda y de ahí pa'l real, como decían las abuelas. No sé si esto puede considerarse una virtud, porque a fin de cuentas, pocos realmente hablan de su estilo musical o de cómo lograron borrar las fronteras no sólo de España como país sino del mismo idioma. A pesar de que nunca dejaron de cantar en español, tenían montones de seguidores en Alemania, por ejemplo, que surgieron a raíz de su participación en un festival de rock internacional contra el racismo que se realizó en Berlín a finales de 1991.
Un defecto que bien aplicado puede convertirse en un virtud, es el hecho de que las bandas cuenten con un vocalista con presencia escénica, que logre encandilar al respetable aunque no tenga una gran voz. Creo que este fue el caso de Héroes del Silencio. Enrique Bunbury (1967) ha bebido de muchas fuentes y nos guste o no, tiene un estilo vocal peculiar que logra que lo reconozcamos desde las primeras frases. Una maldición o una bendición, según queramos verlo. Cuando Héroes del Silencio se desintegró en 1998, digamos que a Bunbury no le afectó demasiado: se bastaba él mismo para plantarse en un escenario, siempre y cuando hiciera a un lado esa pose un tanto estudiada a la Jim Morrison que le provocó un gran rechazo a partir del álbum doble "El espíritu del vino" (1993).
La historia que comenzó en 1985 con una alineación que contaba con Bunbury en el bajo y que cambió radicalmente cuando Juan Valdivia (1965) guitarrista y fundador de la banda llamada entonces Zumo de Vidrio, lo escuchó cantar un tema de San David Bowie (uno de los mayores ídolos de Bunbury), jejeje, tuvo su primer punto álgido cuando Gustavo Montesano (ex-integrante del grupo Olé Olé) los vio en concierto en una pequeña sala de Zaragoza (la ciudad natal de HDS) y casi de inmediato los recomendó a la discográfica EMI. Con ellos, grabaron el EP "Héroe de leyenda" del que lograron vender más de 30, 000 copias.
En algunos sitios, se atreven a comentar que en ese entonces los Héroes del Silencio estaban muy influenciados por el after-punk e inclusive por bandas como The Cure o Bauhaus (¿?) ejem, ejem... A mí me parece que lo único cierto es que sonaban más cercanos a The Mission o si me permiten azotarme a Fields of the Nephilim. Aunque, si me quiero ver sumamente prosaica, hahaha, bajo mi punto de vista, los Héroes tenían como santos patronos a The Cult ;-)
Para 1989 graban su primer álbum "El mar no cesa" que los sitúo en un lugar un poco difícil de describir como las letras de sus canciones. Lo suyo era el hard rock pero no estaban peleados con lo comercial al cien por cien. No se distinguían por una conciencia politizada pero sí por una fuerza que explosionaba cuando tocaban en directo. Así fue como los descubrió el ex-Roxy Music Phil Manzanera y gracias a su apoyo surge "Senderos de traición" en 1991, creo yo, el álbum más mítico de los Héroes del Silencio. "Maldito duende" y "Entre dos tierras" son dos de los temas que se convirtieron en el estandarte de Bunbury y compañía.
"El espíritu del vino" que fue lanzado en 1993 mostró un cambio que se nota en todos los sentidos pero que no es sencillo de describir. Creo que los Héroes ya se habían creido demasiado el éxito que tenían más allá de las fronteras de España y Bunbury perdía un poco el piso. Hay algunas canciones rescatables pero la esencia se vivía en los conciertos donde, hay que reconocerlo, Bunbury se comía literalmente el escenario. Y se enfundaba en una rara pose a lo Jim Morrison desde la melena recortada hasta los pantalones de cintura baja.
"Avalancha" se grabó en unos estudios de Los Ángeles, bajo la producción de Bob Erzin que había trabajado con Pink Floyd, Kiss y Peter Gabriel entre otros. Era 1995 y los Héroes se embarcaron en una extensa gira que inclusive los llevó a tocar en sitios como Finlandia y Suecia. El contenido de este álbum es el más críptico. Algunos dirán que las letras muchas veces no tienen sentido, que cualquiera bajo el influjo de cualquier sustancia psicotrópica podría escribir mejor, hahaha, pero hay una cierta armonía entre la música y la letra. Hay cierta madurez pero no deja de manifestarse la fuerza. Es rock pero que no puede ser clasificado en ningún subgénero en concreto. Y podría decirse que hasta hay cierta experimentación.
Los problemas entre la banda cobran más fuerza. Bunbury declaró en alguna ocasión: "Después de el Espíritu, vino una época de relax para nosotros. Nos tomamos unas merecidas vacaciones y a la vuelta hubo un replanteamiento absoluto de todo lo que suponía Héroes del Silencio para nosotros. De lo que habíamos hablado en anteriores trabajos y de lo que habíamos hecho con nuestras vidas. No todos los pasos que dimos fueron los adecuados. Y no somos el tipo de personas que se arrepientan de lo ocurrido. Las canciones que empezamos a componer en Benasque en otoño del año pasado hablaban de la solución a nuestro problema. No podíamos quedarnos con los brazos cruzados, acomodados en nuestros butacones de estrellas del rock and roll pensando: bueno, este grupo es un gran negocio para mucha gente, o sea que alguien moverá un dedo o dos para que el barco no se hunda. Esa respuesta no era la correcta. Debíamos coger el timón y pelear. Tampoco sabíamos hacia donde pero creemos que no era lo más importante. Lo más importante era recordar las buenas razones por las que empezamos en esto, y olvidar las malas por las que la mayoría de las bandas continúan juntas. Luego, conforme solventamos nuestros propios conflictos fueron saliendo canciones que no sólo hablaban de nosotros, sino que podían estar reflejando una situación externa, nacional, o incluso general. Las canciones gritaban contra la apatía, la dejadez, el cinismo, la haraganería, la indolencia, el abandono, el escepticismo. Pedían movimiento, agitación, en cualquier dirección, por aquello en lo que se cree, aportando cada uno lo poco que sepa: avalancha."
Al término de la gira, anuncian que se tomarían un descanso... En pocas palabras: que se mandaban todos a la mierda.
Egos mal digeridos, crecimiento en direcciones opuestas, vayan ustedes a saber cuáles fueron las verdaderas causas de que Héroes de Silencio se disolviera. Pero el más beneficiado ha sido sin duda Bunbury que en 1997 lanza su primer álbum como solista: "Radical Sonora", un trabajo nuevamente difícil de describir (no en balde, Bunbury escribió la mayor parte de las canciones de Héroes del Silencio) principalmente porque no tiene un estilo musical definido y ni siquiera (para bien o para mal) era rock como tal. Dicen que fue una incursión a la ambientación electrónica y un tanto a la psicodelia :p
Como era de esperarse, los antiguos fans de Héroes le dieron la espalda y cuentan que la gira de presentación del álbum fue un verdadero suplicio y cuando finalizó, dicen que Bunbury se cuestionó seriamente seguir en el mundo de la música. Pero el trance paso rápido, demasiado pra muchos, hahaha y en 1999 lanza "Pequeño" un álbum con aires de cabaret y de sonidos mediterráneos, que planteó inicialmente como su último álbum: "Me propuse hacer el disco que me saliera, y me salió Pequeño. Me daba igual si la gente no lo entendía. Quería hacerlo y si me tenía que retirar, pues me retiraba. Así me lo planteé".
No se sabe muy bien, pero Bunbury nuevamente volvió al ojo del huracán. De pronto, asumirse como una especie de rara avis que intentaba hacer creer que lo suyo iba más por el lado alternativo, enganchó no sólo a un público juvenil que ni siquiera lo había oído cuando estaba al frente de Héroes del Silencio, sino también a un público que pasa de los treinta y que en las clasificaciones de programación de radio etiquetan como adulto contemporáneo :p Inclusive Bunbury estuvo nominado para los Grammys en la categoría Mejor Interpretación Pop Masculina.
Para recibir con los brazos abiertos al nuevo milenio, Bunbury publica "Pequeño cabaret ambulante" que no es otra cosa más que el recuento de la gira del álbum "Pequeño", la que más le ha disfrutado según sus propias palabras. Después vendría "Flamingos" (2002) un álbum marcadísimo por su ruptura matrimonial y por la colaboración de varios de sus amigos músicos . El siguiente trabajo fue "El viaje a ninguna parte" (2004), un álbum doble que muestra su lado más versátil en cuanto a letras, música y arreglos. En 2005 lanza un cd+dvd "Freak Show" un documento que muestra la gira del mismo nombre que realizó entre finales de 2004 y principios de 2005 donde combinaba sus actuaciones con números de circo y actuaciones circenses en escenarios paralelos. Fue un montaje costoso, idea de Bunbury para homenajear el mundo del circo, fundiéndolo con su música. Muchos dirán: ¡payaso!, pero aunque ustedes no lo crean, fue un éxito de crítica y no se diga de asistentes.
En 2005 Bunbury anuncia la desintegración de la banda que lo venía acompañando desde hacía ocho años, la cancelación de las giras por España y Latinoamérica y su temporal retiro de los escenarios sin fecha de regreso. Después vinieron una serie de conciertos de despedida que no hicieron otra cosa más que aumentar la leyenda negra alrededor de un Bunbury descentrado o demasiado divo. Cancelaciones de última hora, conciertos a medias...
Veinte años después de su primera grabación y once después de la separación definitiva, Héroes del Silencio anuncian el 14 de febrero de 2007 su regreso a los escenarios con una serie de conciertos que despertaron de un largo letargo a sus fans incondicionales. Las entradas se agotaron a las pocas horas de haber sido puestas a la venta ya que sólo se trataría de 10 conciertos. Guatemala, Buenos Aires, Monterrey, México D.F., Los Ángeles, Sevilla, Zaragoza y Valencia fueron las ciudades escogidas bajo un criterio que en cierto modo, a mí no me queda del todo claro, jejeje.
El colofón final de esta mini-gira se llevó a cabo aquí en Valencia, a finales de octubre pasado en el circuito de motociclismo Ricardo Tormo de Cheste (a unos 20 minutos de Valencia capital). El desastre en la previsión y la falta de organización provocaron un caos circulatorio durante más de cuatro horas y veinte kilometros de retenciones (en la autovía que lleva a Madrid) que imposibilitaron el acceso a miles de seguidores. Los afectados todavía están esperando una solución, sin que la organizadora del evento (Rock And Chicken) se haya interesado en modo alguno por ellos.
Y bueno, no soy fan-super-fan de Héroes del Silencio pero considero que surgieron en un momento preciso, tratándose de una escena musical que empezaba a desgastarse luego de tantas bandas que surgían al amparo de la Movida básicamente madrileña. Han sido una de las bandas más representativas del rock español y creánlo o no, han sido teloneros de Aerosmith, Iron Maiden, AC / DC, Metallica, Guns N´Roses, Judas Priest entre otros. Y nope, no mojaba las bragas pensando en Bunbury, jejeje, todos los ídolos tienen los pies de barro y lo pude comprobar hará cosa de unos cuatro años, cuando coincidí con Bunbury en una discoteca muy conocida del centro de Valencia. Mi marido, varios amigos y yo habíamos ido para apoyar a un amiguete Dj que se dedicaba a hacer especiales "de" y aquella noche estaba dedicada a The Cult ;-) Bunbury llegó sin hacer mucho ruido, escoltado por un grupo variopinto de gente que no tenía nada de glamorosa, como él mismo, si me permiten decirlo. Igual e iba colocado o qué sé yo, pero lo cierto es que hubo un momento en que estuvimos hombro con hombro mientras sonaba una canción de The Cult y el alma se me fue a los pies, como decía mi abuela, hahaha: un tío de mi estatura, delgado, sin mayor gracia, vestido de negro y cantando a voz de cuello las rolas de The Cult :p
Vamos, que si me lo cuentan, no me lo creo: Bunbury es un cualquier cualquiera abajo del escenario, hahaha.
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